La segunda tienda insignia de la marca española se encuentra en la lujosa calle Lagasca, en el centro de Madrid. El local, de 80 metros cuadrados, se extiende en un entorno único perpendicular a la entrada a pie de calle.
Los elementos de la marca caracterizados por la textura vaporosa, el encaje y la paleta de colores suaves se reflejan en el concepto del proyecto. El revestimiento efecto mármol del suelo de entrada, gira sobre la pared y se convierte en una quinta para atraer la atención del cliente y restringir visualmente el espacio estrecho y largo. Luego el piso continúa en madera blanqueada con corte de sierra. Las paredes se recubren con un papel pintado con textura textil que toma del mundo del tejido voile utilizado por la marca. En el centro del espacio, un monolito revestido del mismo material que la entrada encierra las joyas.
La iluminación de las paredes es cenital y envuelve la pared de tal forma que hace vibrar la textura textil del papel pintado. La luz decorativa consta de una gran lámpara con sabor artesanal, que recuerda a una formación de coral. Los colgantes constituyen un rico motivo geométrico en el bordado de las prendas. Una sucesión de líneas y esferas que crean un diseño gráfico dentro del espacio. En el vestuario predominan los tonos ripresi y verdes con una superficie suave.