Si hay una premisa de la que siempre parte Rodrigo Izquierdo a la hora de abordar un nuevo proyecto es la de llevar lo que está fuera a un contexto de interiorismo. En el caso del nuevo proyecto hotelero ubicado en el espléndido y evocador entorno de Sorrento, perla del Mediterráneo, Rodrigo Izquierdo ha optado por interpretar los códigos típicos de la viva tradición local, llena de artesanía, historia y cultura de la hospitalidad, dentro de un Un hotel que pueda ser funcional, contemporáneo, pero sobre todo un medio que permita a los huéspedes disfrutar de los ambientes exteriores incluso dentro de su habitación y en todo el espacio dedicado a la hospitalidad.
Los espectaculares cielos azules, el aroma de los limones, el folklore de los mercados y las fachadas del encantador pueblo de la península de Sorrento cobran vida en un hotel que resume estos valores icónicos, traduciéndolos en un presente sofisticado y contemporáneo. La inspiración es la de las antiguas villas romanas que forman parte del patrimonio artístico de la zona: un pavimento hecho a medida en una gama cromática de grises y blancos brillantes, una clara referencia a la tradición clasicista de la época, grandes arcos reinterpretados en una clave minimalista, con una paleta de colores vibrantes y saturados. Clara referencia a un pueblo que no teme experimentar con los colores, encontramos tonos cálidos como el terracota, el siena, el amarillo, el verde y, por supuesto, diferentes tonalidades de azul, color simbólico de Campania y del espléndido golfo, fuente de inspiración para artistas y poetas. Los clientes podrán disfrutar del relax que se merecen en la espléndida terraza francesa, un dehors que es un auténtico «Jardin d’Hiver», con espléndidos asientos de mimbre. Una agradable sensación de bienestar que continúa también en el interior del recibidor, caracterizado por amplios espacios que combinan elementos de clasicismo y modernidad más esencial aportados por los grandes espejos, pero también adornados con elementos singulares, como los apliques hechos a medida o los decorativos. Lámparas, creadas con elementos y materiales propios de la artesanía local como la mayólica.
El espléndido salón de desayunos se concibió entonces como un espacio multifuncional, perfecto para disfrutar de un excelente y sabroso despertar pero también como espacio para organizar otro tipo de eventos. Detalle único, los apliques en forma de concha, elaborados con materiales exclusivos y típicos de la zona. Un lugar ideal para todos aquellos que desean prolongar las sensaciones de un viaje incluso durante el momento del descanso, pero sobre todo que eligen alojarse en un hotel que pueda alimentar una experiencia única destinada a permanecer en el corazón para siempre.